El Principito

 Mi amado Nico,

Hoy te terminé de leer El Principito, uno de mis libros favoritos. Yo no quería llegar al final, pero vos no querías dormirte hasta saber qué iba a pasar con el piloto y con el Principito.

Yo sabía cómo ibas a reaccionar.

“Es una historia muy triste”, me dijiste, mientras ambos controlábamos nuestras lágrimas al final del cuento.

“No está muerto, mi amor, era la única forma que podía regresar a su planeta…”

Yo también lloré por el geógrafo, ocupado en su libro, en otro planeta, sin saber que el amor también es efímero…