Salí cuando la noche iba a ser casi un recuerdo
y el amanecer una amenaza
salí dejándote con lágrimas eternas
por un viaje de corta duración
salí con la esperanza de volver a vos
de volver a verte
de volver a vivir esa noche que se acabó frente a nosotros
salí cuando no pude postergar más el momento
estabas vestida de negro
cubriendo tus níveos hombros y tan solo la mitad de tus muslos
salí viéndote así por última vez hoy
y mañana, y el día después de mañana
salí con el deseo de volver a vos
de volver a acariciarte
de volver a ver tu espalda arqueándose fuera de control
francisco j. Brenes
29.08.10
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