al rojo vivo. capítulo 2: un beso robado

todo comenzó inocentemente... por lo menos así creía hélene. paul llevaba algunos años trabajando en el bnp de estrasburgo y no fue sino hasta que hélene entró a trabajar como empleada temporal que empezó a utilizar su correo de trabajo para otro tipo de mensajes. al principio, eran cortos mensajes de una dirección de correo a la otra; probablemente hasta 20 o 40 en un solo día... los mensajes de ambos al principio estaban cargados de humor, pero el humor fue dando paso a preguntas, a comentarios que comenzaron en piropos por parte de paul y escalaron a más, sin que jamás hubiera de parte de hélene reclamo alguno. su belleza le impresionaba cada día más; su actitud, su independencia, su manera de caminar, su sonrisa, sus respuestas hacia lo que se habían convertido sus avances cada vez más obvios, todo lo llenaba de una energía que creía haber perdido a sus cuarenta y pico de años. finalmente, un día salieron juntos después del trabajo y después de lo que pareció una eternidad, sentados en una mesa, hablando de cosas cotidianas, paul decidió preguntarle sobre un sueño que ella había tenido la noche anterior. después de pensarlo un poco, hélene confesó que había soñado que lo besaba y él sintió en ese momento la necesidad de decirle que ese había sido su sueño desde hacía algunos días... salieron del lugar donde estaban y en el estacionamiento le preguntó si quería hacer un sueño realidad, a lo que ella respondió que no sabía. sin embargo, decidió tomar un riesgo muy grande, acercarse a ella, abrazarla y besarla... y sus besos le supieron a miel; sus labios se derritieron junto con los de ella y se quedaron ahí unos segundos eternos, viéndose rápidamente a los ojos y besándose un par de veces más antes de despedirse. ahí supieron que no había posibilidad de que lo suyo se quedara simplemente así. paul no podía creer que una mujer con la mitad de edad de él lo hubiese puesto a temblar de la emoción.


esta historia es © 2004-2005 f.j. brenes/home totaldominion.

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